Hoy vamos a hablar sobre la cosa más simple para realizar magia, pero también la actitud más complicada de conseguir: El pensamiento positivo. En nuestros quehaceres diarios estamos acostumbrados a comportarnos y reaccionar de una determinada manera y pocos son los que afrontan su vida con optimismo. Seguro que muchos de vosotros sois de los que ante un examen es de los que dice: "Seguro que suspendo." y al salir la nota sacamos un notable. Bien, esta actitud denota negatividad y pesimismo. Muchos lo justifican diciendo que así, si realmente suspenden, su mente ya está preparada para asumir el fallo.
En la realidad en la que nos movemos, esta actitud acaba provocando más cosas malas que buenas. Tal como explica el libro "El secreto", a nivel energético las cosas funcionan al contrario que con los imanes. Si en el mundo de los imanes el polo negativo atrae al polo positivo, en nuestro día a día esto es al contrario. Nuestro pensamiento negativo no atraerá situaciones positivas, sino negativas. Y al revés. Si pensamos en positivo esto atraerá situaciones positivas.
Desde un punto de vista científico, se ha demostrado que las zonas del cerebro que procesan los pensamientos negativos y los positivos, son zonas diferenciadas e influyen en como se realizan las tareas (Ver artículo aquí). También se ha demostrado que según tengamos más pensamientos negativos, reforzamos esa zona neural y si tenemos más pensamientos positivos, reforzaremos la otra zona neural. Este reforzamiento hace que sea más sencillo tener pensamientos positivos o negativos de acuerdo a la zona ejercitada.
Si bien desde un punto de vista neuronal ya se están viendo estudios que lo demuestran, desde un punto de vista energético, como hemos comentado antes, este hecho hace tiempo que se viene tratando. Nuestro cerebro, cuando emite un pensamiento positivo, no solo se queda en la parte cerebral, sino que "emite" una onda (es una metáfora ;-)) que afecta a las cosas que nos suceden. Estamos hablando de una actitud optimista normal, es decir, ni que decir tiene que muchas veces el optimismo puede ser confundido con el exceso de confianza en la ejecución de tareas, y no es la esencia del optimista.
Imaginemos por un momento que es lo que preferimos cuando vamos a ser operados por un médico. Preferimos que el médico sea pesimista con el resultado de la operación, o preferimos que el médico sea optimista. Por mi parte, lo tengo claro, lo prefiero optimista.
Pero, ¿cómo este optimismo nos ayuda a realizar magia? La magia, es la canalización de energía para conseguir un efecto determinado. Esta canalización se ve influenciada enormemente por la actitud de la persona que la canaliza. Por lo tanto, tendrá mayor éxito una persona que cultiva una actitud positiva que una que no.
Sin entrar en grandes rituales, y como ejercicio para que cada uno de vosotros ejercitéis, escoged algo pequeño que queréis que os pase en vuestra vida (no me vengáis pidiendo haceros millonarios), y a partir de hoy mismo, visualizad esa idea en la mente y visualizad como conseguís lo que deseáis. Hacerlo todos los días durante al menos 15 días. Siempre la misma imagen y a vosotros consiguiendo lo que deseáis, sin ningún tipo de dudas ni miedos. Si habéis apartado adecuadamente los miedos y las dudas, eso que deseáis acabará sucediendo.
En los deseos que pidáis, si que os aconsejo que no tenga que ver nunca con la decisión de otra persona. Nada de pedir que una persona se enamore de ti, que vuelva contigo, etc. Eso no funcionará.
Si os acostumbráis a tener una actitud optimista y positiva, veréis como vuestra vida se vuelve algo más fácil, y lo que es mejor, transmitiréis ese optimismo al resto del mundo que también lo necesita. CONFÍO EN VOSOTROS ;-)
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