Imposición de Manos: Como empezar.

Después de la introducción que realizamos sobre imposición de manos (se puede ver aquí), vamos a comenzar con una serie de post que nos van a llevar a profundizar un poco más. Si recordamos, en el anterior post de introducción comentábamos los pases básicos: imposición en zona localizada, pequeña corriente y gran corriente.

Antes de cualquier sesión de imposición de manos, el "terapeuta" debe tener en cuenta que gran parte de la efectividad de la sesión viene del equilibrio energético que tenga. Es decir, un "terapeuta" que no tiene la energía equilibrada no podrá realizar una buena sesión y no conseguirá los propósitos concretos de esta. Pero, ¿cómo conseguimos equilibrar la energía? Para esto hay muchas factores que influyen. Entre otros, los siguientes:

• Llevar una dieta equilibrada y lo más sana posible.
• Realizar ejercicios de meditación.
• No fumar, beber o tomar drogas.
• Tener hábitos saludabes (hacer algo de ejercicio, pasear, etc.)

Si queremos comprobar si realmente tenemos energía suficiente como para realizar sesiones de imposición de manos, hay ejercicios que llevan a probar como estamos. Uno de ellos, es utilizar dos filetes. Dado que estamos en crisis, puede ser el típico filete de ternera partido en dos mitades. A una de esas mitades le haremos imposición de manos de unos 5-10 minutos y a la otra no. Ambas mitades deben estar separadas cuando realices la sesión. Una vez realizada la sesión, ambas mitades se guardan en el frigorífico en baldas separadas. Realizamos esta operación durante 7-10 días. Al final, si realmente tenemos la energía suficiente como para imponer manos, el trozo de filete al que se le impone las manos debería quedar como momificado, mientras que el otro trozo habrá comenzado su proceso de descomposición normal.

Bíen, ahora que llevamos una vida equilibrada y hemos comprobado que nuestro nivel energético es suficiente como para momificar un filete, ya estamos preparados para realizar sesiones de imposición de manos. Lo primero que debemos conocer es el tipo de dolencia que vamos a tratar. Como comentábamos en el primer post, nuestra energía no es efectiva para todos los tipos de dolencia. Somos más efectivos para unas que para otras. Por eso, es importante que siempre tengamos una actitud humilde, porque es posible que no consigamos aliviar nada.

Como se ha comentado al principio, el "terapeuta" dispone principalmente de tres pases. En el pase en zona localizada se pueden realizar dos tipos de imposición: Deslocalizada o en profundidad.

Imposición Deslocalizada

Consiste en mantener la mano abierta sobre la zona a tratar. De acuerdo a la problemática, se notará que la energía que fluye es cálida (genera calor) o gélida (genera frio). Por ejemplo, en problemas de inflamaciones musculares notaremos como la energía que fluye de nuestras manos es fria. Esta energía no penetra mucho en el cuerpo, quedandose en las zonas superficiales.

Imposición en profundidad.

Este tipo de imposición se realiza con los dedos de una manos unidos en forma de punta. Como si estuviésemos cogiendo un puñado de sal. Este tipo de imposición tiene la característica que profundiza más en la zona y concentra la energía en un punto más pequeño. Se utiliza cuando la dolencia requiere una precisión a la hora de aplicar la energía en un punto muy determinado y con alta fuerza.

Una vez comentados los dos tipos de imposición localizada, vamos a aclarar un punto importante que se me quedó en el tintero en el pasado post. En los pases de pequeña o gran corriente, las manos circulan desde la cabeza hacia los pies, o si es una zona pequeña, desde la parte más cercana a la cabeza hacia abajo. También es importante reseñar que cuando la mano sube "hacia la cabeza" deben ir cerradas y cuando bajan abiertas y focalizando la energía.

Creo que con estos puntos hemos completado la primera entrada de introducción. Prometo que en el siguiente post sobre imposición de manos empezaremos a entrar en harina comentando las distintas técnicas utilizadas dependiendo de si quieres realizar un tratamiento de una dolencia física/mental o una sanación de aura.