Esta entrada la voy a dedicar al solsticio de invierno que acaba de ser el 21 de diciembre y a la celebración que conlleva, Yule en la religión Wicca. Yule es un Sabbat menor (para los que diferencian entre mayores y menores) y es el primero de la rueda del año.
Recordemos que la religión Wicca tiene ocho fiestas que forman la rueda. Éstas fiestas se llaman Sabbats y van acompañadas a su vez, de los días sagrados lunares o Esbats en los cuales se celebran las lunas llenas y nuevas.
Los Sabbatas o días sagrados solares son ocho y representan el ciclo anual de la Diosa, que pasa de Doncella a Madre y finalmente, a anciana. A su vez, coexiste el ciclo del Dios (ligado al de la Diosa), que nace, se casa, madura y muere finalmente.
El 21 de diciembre es la noche más larga del año, el invierno se ha apoderado de los días y entre muchas tradiciones paganas, éste cambio se manifestaba quemando el tronco de Yule desde el atardecer hasta la salida del sol, escenificando así el retorno de la luz y la vida en la oscuridad.
Mitológicamente, la Diosa da luz al Dios Sol en la noche más larga del año. El Dios Sol (el Dios Astado) renace de su propia semilla (después de su muerte en Shamhain), trayendo la esperanza de la continuidad. Esta idea está ligada a la armonía de la naturaleza y el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento.
En la celebración wiccana de este Sabbat, hay un cántico hermoso del cual me gustaría extraer un pedacito, dice así: "Gira, gira, gira la rueda. La llama que se había apagado, se encendió. Rueda y rueda, gira y gira. Retorna, retorna, retorna a la vida. Bienvenida sea la luz del Sol; adiós a las disputas. El señor Sol se muere; el Señor Sol vive. La muerte abre las manos y nuevas vidas da. La llama que se había apagado, se encendió. Rueda y rueda; gira y gira".
Es un tiempo para recapacitar, para pensar en la grandeza de la madre tierra, que en los días más fríos trae la esperanza de un nuevo renacer, de una nueva cosecha. La naturaleza y la vida volverán a abrirse camino. Son días para celebrar la maternidad, el nacimiento, la generosidad de la tierra.
Yule se celebra rodeado de los seres queridos, sin olvidar los que se han quedado en el camino, pues en estos días también pensamos en ellos, ya que la vida y la muerte caminan juntas estrechamente. En estos días se pueden hacer trabajos ligados al hogar, a la familia, a la paz y la armonía. Es una época adecuada para pensar en el futuro y en los nuevos caminos que vamos a tomar.
Como dato curioso decir, que los cristianos adaptaron la fecha del nacimiento de Jesucristo al calendario pagano, con el fin de hacer más transigible el paso de una religión a otra. También me gustaría aclarar, que el Dios astado (Dios Sol), es mucho anterior a la creación del demonio astado de los cristianos, los cuales seguramente cogerían esta idea para poder perseguir a los paganos y deshacerse de las religiones anteriores. El dios astado representa la naturaleza, la fuerza, la fertilidad, es decir, no tiene nada que ver con la invención cristiana.
Es un tiempo para recapacitar, para pensar en la grandeza de la madre tierra, que en los días más fríos trae la esperanza de un nuevo renacer, de una nueva cosecha. La naturaleza y la vida volverán a abrirse camino. Son días para celebrar la maternidad, el nacimiento, la generosidad de la tierra.
Yule se celebra rodeado de los seres queridos, sin olvidar los que se han quedado en el camino, pues en estos días también pensamos en ellos, ya que la vida y la muerte caminan juntas estrechamente. En estos días se pueden hacer trabajos ligados al hogar, a la familia, a la paz y la armonía. Es una época adecuada para pensar en el futuro y en los nuevos caminos que vamos a tomar.
Como dato curioso decir, que los cristianos adaptaron la fecha del nacimiento de Jesucristo al calendario pagano, con el fin de hacer más transigible el paso de una religión a otra. También me gustaría aclarar, que el Dios astado (Dios Sol), es mucho anterior a la creación del demonio astado de los cristianos, los cuales seguramente cogerían esta idea para poder perseguir a los paganos y deshacerse de las religiones anteriores. El dios astado representa la naturaleza, la fuerza, la fertilidad, es decir, no tiene nada que ver con la invención cristiana.
Los wiccanos también tienen menús especiales para los Sabbats, en este día el banquete puede incluir, por ejemplo: asados (pavo, patatas, nabos), estofados, dulces (pastel de frutas, naranjas al coñac) y frutos secos.
También se decoran las casas para este momento tan especial. Para ello se utilizan velas blancas, rojas y doradas, y se emplean plantas como el muérdago, hiedra y acebo. En cuanto al perfume, se recurre a los inciensos de olíbano, mirra y oro.
Os deseo a todos los wiccanos que hayáis celebrado un feliz Yule. Que la luz del nuevo día alumbre vuestros corazones.
Sed Benditos.
Sed Benditos.
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